Hoy se cumplen 23 años de la muerte de Luis Ortega, último intendente de Gral. Sarmiento 1991/1995. Desaparecido en la flor de la vida, cuando comenzaba a organizar políticamente la provincia de Buenos Aires.
Luis Ortega ganó la interna del Partido Justicialista de Gral. Sarmiento, con la boleta oficial de la LIGA Federal, que lideraba Eduardo Duhalde, fue en 1991. Luego ganó en forma holgada la elección general.
Comenzó a trabajar con un llamado a poner al día las tasas municipales, logrando que se hicieran largas colas frente al municipio de vecinos que querían acogerse a los planes que se brindaban para regularizar sus obligaciones. Se dispuso de militantes que convidaban café y mate cocido, para paliar las bajas temperaturas.
Trabajó con los planes del Fondo de Reparación Histórica del Conurbano. Se construyeron escuelas, se pavimentó gran cantidad de accesos a los establecimientos escolares. Se puso la piedra fundamental del hospital regional Mercante en lo que hoy es José C. Paz, inaugurado el 30 de octubre de 1995.
Intentó modernizar San Miguel, que ya era el centro comercial más importante de la región. El conservadurismo de sectores vinculados a familias tradicionales de origen radical y a la iglesia presionaron a la gobernación, impidiendo la construcción de un puente sobre las vías del F.C. San Martín, en la estación San Miguel; estando previsto además un estacionamiento bajo la plaza Mitre, como el que disfrutan en el partido de San Martín, ayudando a descongestionar el estacionamiento de vehículos.
En las elecciones de 1993 ganó las internas del PJ por mayoría y minoría, y en las generales arrasó.
Después del llamado pacto de Olivos, entre el presidente Carlos Menem y el líder de la Unión Cívica Radical, Raúl Alfonsín, que posibilitó la reforma constitucional de 1994; preparándose para disputar la presidencia el gobernador Duhalde dividió Gral. Sarmiento en tres distritos (San Miguel, José C. Paz y Malvinas Argentinas), y Morón también en tres (Morón, Hurlingham e Ituzaingó); en la primera sección electoral. Esto se debió a que Duhalde temía que Menem apadrinara a Ramón “Palito” Ortega (gobernador de Tucumán) a encabezar una lista que le disputara la presidencia. Luis Ortega como hermano de “Palito” y Juan Carlos Rousselot como intendente de Morón y menemista podían ser un obstáculo a las aspiraciones políticas de Duhalde. Tal es así que no tocó La Matanza, en la tercera sección electoral, y no permitió a Ortega presentarse como intendente de José C. Paz.
Fuera de las listas oficiales, Ortega fue segundo a diputado provincial en una lista colectora, que sacó la minoría. Así logró asumir en la cámara baja bonaerense. Comenzó en 1996 a organizar su fuerza política, basada en su indudable carisma personal entre los sectores más humildes, cuando el 26 de julio, en una visita a su familia en Tucumán, halló la muerte en un nunca esclarecido accidente cuando transitaba la ruta 9, a escasos kilómetros de la capital Tucumana, acompañado de uno de sus hijos, Jorge de 13 años, que sobrevivió.
Pasó por la vida política tan solo cuatro años y unos meses, pero dejó su sello personal, su impronta popular y peronista, que aún hoy le vale el recuerdo cariñoso de quienes lo trataron y de quienes lo votaron.
Desde nuestra redacción, quienes lo tratamos y fuimos contemporáneos de su derrotero político, que tuvimos una amistad política con él, quisimos hacer este humilde recuerdo a quien vio malograda su vida cuando aún tenía la posibilidad de ser protagonista político en tierras bonaerenses. Cualesquiera hubieran sido sus logros políticos, hoy seguramente hubiera estado en el Frente de Todos, junto a los humildes, luchando por la justicia social.