Si algo le faltaba sumar a este dúo de Joaquín de la Torre y su chirolita en la intendencia Jaime Méndez, en gestión de Cambiemos, es tratar de intimidar con la Policía Municipal brava a los militantes de Franco la Porta que caminan el distrito de San Miguel repartiendo mensajes de campaña.
Claro que en un barrio asfaltado y de lindas casas tipo chalet, ser morocho y peronista es símbolo de delincuencia, esa es la infantil excusa que podrían esgrimir; lo más triste es que estos militantes son menos morochos que la policía municipal brava delatorrista, a la que obligan a hacer este triste papel.
Palparlos, pedirles documentos, interrogarlos, revisarles el material impreso, es una clara muestra de patoterismo institucional, luego de ser alertados por las cámaras, que para eso las usan y no para la seguridad ciudadana.
Pero la militancia del Frente de Todos, de Franco La Porta intendente, no se deja intimidar porque la esperanza está en marcha, nada puede detener a un pueblo que está decidido a cambiar la flor de mano, por un San Miguel para Todos y Todas.