Pese a la pandemia, con su segunda ola y nuevas cepas del Covid-19, en la oposición a Cambiemos en San Miguel hay quienes ya se mueven pensando en el 2023. Solo así se explica lo prematuro de apariciones rimbombantes, algunas abortadas de inicio, otras carentes de imaginación, alguna dispendiosa en efectivo y otra apelando al marco protector de la dirigencia peronista regional. Pasen y vean, que hay para todos.
LA EVITA DESALOJADA
La Evita de San Miguel ha sufrido un duro golpe, al ser desalojada judicialmente de una casa quinta lindera al barrio El Tato, desde donde direccionaba múltiples actividades. Su jefa, Claudia Borrás, había recibido allí hace pocos días al ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo, conjuntamente con el intendente Jaime Méndez, de Cambiemos. Antes había logrado ponerse bajo el ala de Juanjo Castro quien, desde la presidencia del Partido Justicialista local, le había conferido la conducción del trabajo social distrital. Haciendo punto de apoyo en estas actividades y visitas “ilustres”, Borrás había fatigado celulares pidiendo apoyo para su pre candidatura a concejal, con escasa fortuna. Ahora su preocupación central pasa por donde reunir a su dispersa tropa y conservar su armado en La Evita, sobre todo con el retorno al pago de Sebastián Cáceres, luego de un raid por la dirección de Tránsito de Moreno, de donde habría sido eyectado por su escasa actividad de gestión. Se dice que durante el macrismo La Evita habría conseguido algunos terrenos por Santa Brígida, y estaría tratando de construir allí un galpón. De ser así debería concentrar allí sus afanes y no en veleidosas candidaturas. Ya fue candidata en 2019, pero para la general abandonó la militancia sin dar ni pedir explicaciones.
SOLO CON “CARNAZA BARATA” NO ALCANZA
Laureano “ Carnaza Barata” Quiroga, hombre de Joaquín de la Torre, ahora travestido en renovador massista, con la vice presidencia de un ente nacional que controla 54 aeropuertos, melindroso en su accionar de candidato, salvo el camión de la carne en distintos barrios, y algunas cajas navideñas que baja Desarrollo Social nacional, no se le nota actividad para imponer imagen y juntar adherentes militantes. Solo aparece inopinadamente en una reunión en San Miguel entre Jaime Méndez y el intendente de Hurlingham Juan Zabaleta, robando cámara, sin ser nombrado y sin explicación posible sobre su presencia. Sus gestores de campaña, los inefables José Luis Dagata y Claudio Pérez, parecen modestos en ideas proselitistas, y en cualquier otro tipo de ideas, salvo en aquellas que les permitan un “revoleo” monetario.
JUANJO COPA LAS CALLES A PURA GIGANTOGRAFÍA
La campaña más llamativa es sin dudas la del presidente del PJ Juanjo Castro. Llegado a ese sitial luego que fuera depuesto Humberto Fernández, por su escandalosa inacción que beneficiaba a Joaquín de la Torre, Castro usa esa única chapa disponible para exprimirla, a tal punto que realiza actividades invitando a ministros nacionales, como hace poco al de Educación, Nicolás Trotta, sin avisar a varios miembros de la conducción local del PJ. Desprolijidades al margen, como poner en algunas de sus cartelerías “Frente de Todos CON Juanjo”, cuando no es así y debería ser “Juanjo en el Frente de Todos”, pero como una empresa de marketing le maneja la campaña, apelan a lo subliminal en forma hábil. Cobran por eso y hacen bien su trabajo.
Igual provoca comentarios la fortuna que gasta en gigantografías en los accesos a San Miguel, no solo el costo de la misma imagen sino el alquiler del espacio. Ahí la empresa de marketing arranca con una idea ponderable, se intenta imponer la “marca Juanjo”, ya sin apellido. En San Miguel, Joaquín es De la Torre, Jaime es Méndez, Franco es La Porta, Bruno es Baschetti. Pues bien, se intenta sumarlo al club de quienes se reconocen por su nombre de pila.
Demasiado dispendio económico para una campaña a concejal, pero Juanjo (así sin apellido), aspira a ser intendente en 2023, así que ignorando pandemias, segunda ola, nuevas cepas de Covid-19 y tutti frutti, voluntariosamente hasta se mete a discutir en las redes con quienes algo le critican de su accionar. Aspira a una lista única encabezada por él. En 2019 él y varios otros fueron a pedirle a Franco La Porta que encabezará una lista única, reclama lo mismo para él este año, pero por ahora no se le ve la pata a la sota, no recoge los apoyos tal vez esperados, o más bien anhelados. Falta para el desemboque. Por ahora la vara es alta, Juanjo juega fuerte económica y políticamente hablando. Veremos si tiene oxígeno hasta agosto.
FRANCO LA PORTA CON APOYO POLÍTICO REGIONAL
El concejal Franco La Porta, que también tendría reelección este año, no hace campaña. Solo actividades solidarias vinculadas con la pandemia, con escasa exposición mediática. Pese a eso no se ha privado de organizar zooms con la militancia, e incluso uno a fin de año donde recibió el saludo de ministros provinciales, legisladores e intendentes regionales. Aquí invitó a compartir el zoom al concejal Bruno Baschetti, que también reelige este año, tal vez como una muestra de que algunas alianzas políticas han quedado firmes, pese a La Camporita por un lado y a Juanjo Castro por otro.
Ya a fines de noviembre, el intendente de José C. Paz, Mario Ishii, convocó a una reunión a once intendentes y varios legisladores de la primera sección electoral, aquí incluyó al concejal La Porta, como el referente del Frente de Todos de San Miguel. A fines de año, un nuevo encuentro (ver nota en este medio), convocado por Ishii, sumó al presidente Alberto Fernández, al gobernador Axel Kicillof, a Máximo Kirchner, a Sergio Massa, a Santiago Cafiero, además de ministros, secretarios de estado, intendentes y legisladores, aquí también aparece como invitado al almuerzo en una quinta residencial, Franco La Porta, codeándose allí con quienes “cortan el bacalao”. Tanto Ishii como Leo Nardini, muestran respeto político y cercanía personal con La Porta, y eso se evidencia hacia el entorno político regional.
Ni La Porta ni Baschetti muestran actividades proselitistas, pero se supone que no se van a quedar fuera del juego político. Así que es dable esperar que avanzado este año se lancen al ruedo, lo que no se sabe es si lo harán juntos o separados. La historia muestra que el único que tiene territorio, para ganar (como en 2015 y 2017) o para perder (como en 2019), es La Porta, lo que es un capital político a la hora de negociar.
¿QUÉ PAPEL JUGARÁ LA MILITANCIA?
Hay una militancia que participa elección tras elección. Siempre convidada de piedra. Siempre sin poder de decisión. Pero esas cosas tienen un límite. Tal vez en este segundo año de pandemia, en medio de ingentes dificultades, militantes con el corazón mirando al sur, golpeen la mesa y se hagan respetar. Tal vez así se abra el camino para la derrota de Cambiemos. Que así sea.