La gestión del intendente de San Miguel Jaime Méndez, peón político en este ajedrez que maneja Joaquín de la Torre, cruje ante el desgraciado hecho de la muerte de Lucía Costa, de 19 años, catequista de la catedral sanmiguelina, quien fue abrasada por las llamas de un pebetero a alcohol colocado como centro de mesa en el bar-pizzeria Zar, del centro de San Miguel.
Fueron ocho los jóvenes afectados, incluyendo a la camarera que intentó recargar el artefacto que debería estar prohibido, cuando la mandó el encargado a hacerlo. De ellos habría dos en estado delicado (uno internado en una clínica de Merlo), y se comenta que otro más habría perdido varios dedos de una mano.
¿POR QUÉ ABRIÓ ZAR Y POR QUÉ NO SE INSPECCIONÓ?
Si estaba habilitado Zar, no se sabe bien, porque el municipio no publica el boletín oficial, ocultando las acciones de gobierno. Según el jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, Méndez le dijo que estaba habilitado, aunque en el municipio sería habilitación “de palabra”, también hubo anuencia del intendente de que abrieron antes de tiempo y más allá de lo permitido. Con esto obviamente no habría “protección” de provincia, que se mostró generosa con esta gestión de Cambiemos en obras concedidas, y la aceitada relación (algunos dicen que de intereses económicos mutuos) con Sergio Massa no le servirían a De la Torre.
Si se habilitó, aunque sea de palabra porque no hay boletín oficial para corroborarlo, estuvo mal porque no hay salida ni luces de emergencia, ni extinguidores de incendio. Elementos básicos. Tampoco debían estar esos centros de mesa con “llama viva”, alimentados a alcohol. Es decir que aparte de las restricciones por la cuarentena, esto que explicamos debe ser siempre. Sumado a ello abrieron antes del 18 de octubre, fecha fijada para reapertura, lo hicieron bajo techo cuando no estaba permitido, violando todos los protocolos pandémicos, aparte de los comunes para la actividad.
Obviamente no se inspeccionó, o se hizo la “vista gorda”, ¿por qué?
Es todo tan irregular que la responsabilidad municipal por omisión es flagrante. El padre de Lucía acusó ante las cámaras al supuesto dueño de ser un testaferro de autoridades municipales. “Hoy por la mañana el intendente Méndez recibió al que dice ser dueño pero a mí no me quiere recibir”, declaraba el acongojado progenitor.
¿POLITIZAR O BUSCAR JUSTICIA?
Ante el pedido de sesión extraordinaria del Concejo Deliberante, por parte de concejales del Frente de Todos, para pedir explicaciones al ejecutivo municipal, en las redes los trolls macristas y algunos votantes de Cambiemos intentan embarrar la cancha con el pretexto de no politizar el tema. Lo mismo dice el inefable Méndez al tratar de “rastrera” (vocablo muy afín al léxico de De la Torre) al pedido de la oposición, quien solo acude a los mecanismos institucionales, para lo cual fue votada.
Hubo reacción de la sociedad, pintadas en los muros pidiendo justicia por Lucía, más de 1.500 manifestantes en época de restricción por cuarentena, muchos jóvenes, ausencia de carteles políticos, duras expresiones frente al municipio y frente al bar Zar. Las redes sociales arden de indignación.
MÉNDEZ RETROCEDIENDO EN CHANCLETAS
Cuando la billetera, la mentira y la patota no sirven, el intendente Méndez no tiene mecanismos para enfrentar una situación como esta, y retrocede en chancletas.
No anunció en su video desde su facebook, ni siquiera desde la página oficial del municipio, que abrió sumario administrativo, que puso en comisión a responsables de la habilitación y de la inspección del bar Zar, nada de eso… ¿por qué? ¿Qué oculta? ¿Qué protege? Tal vez a él mismo.
Dice que no pudo ponerse en contacto con todas las familias, hablamos de ocho familias, en cinco días el aparato municipal no pudo conectar con ocho vecinos, ¿no pudo o no quiso?
LO QUE VENDRÁ
Habrá sesión en el HCD donde se pedirán explicaciones y, tal vez, alguno se atreva a solicitar una interpelación al intendente, que correspondería dada la gravedad del hecho.
También la justicia dirá lo suyo. Se pidió cambio de caratula, en la UFI 4 de San Martín, lo que ahora figura como homicidio culposo, se quiere que sea homicidio doloso con dolo eventual u homicidio por omisión. Y obviamente habrá que revisar e incluir la responsabilidad municipal, que no aparece de inicio, ya que solo se menciona al dueño, al encargado y a la camarera.
El que la abogada Nilda Gómez, de Familias por la Vida, quien perdiera un hijo en Cromagnon, vecina de José C. Paz, represente a la madre de Lucía, es una buena señal en el camino de buscar justicia, caiga quien caiga.
Acá lo importante es obviamente la justicia, pero también saber qué está pasando en los otros pubs sanmiguelinos, quién controla, quién protege a nuestros jóvenes, esto es muy delicado como para dejarlo en manos de la gestión del intendente Méndez.