La bronca popular contra Cambiemos robusteció la convocatoria de los organismos de derechos humanos, incluidas madres y abuelas, a la conmemoración del 24 de marzo, como el Día de la Memoria.
43 años han pasado desde ese infausto, lóbrego, día en que la sombra del terror comenzó a extenderse sobre el pueblo de la Patria. Día en que comenzaron a exhibirse a la luz del sol los monstruos que solo anidaban en pesadillas, pero ahora eran corpóreos, reales.
Entonces recuerdo a los que se llevaron para nunca volver. Dirigentes, militantes, los mejores de la segunda generación revolucionaria que parió el pueblo argentino; la primera fue la de Mayo de 1810 con Mariano Moreno a la cabeza, que fue derrotada, la segunda la de 1960/70, tan cerca de tomar el cielo por asalto, también derrotada, perseguida, desaparecida.
Por eso es importante la memoria, las nuevas generaciones tienen que saber el horror de la Patria ocupada.
Fue un plan económico que aplicaron, por eso fue una dictadura cívico-militar. Y debían aniquilar a la generación que parió los cordobazos, el correntinazo, los rosariazos, el mendozazo, el tucumanazó, y había que apagar el “Fuego en Animaná” que cantaba la canción.
Aparato militar clandestino contra aparato militar del Estado, siempre termina imponiéndose el Estado. No era por ahí el tema de la represión; era por el clasismo que resurgía en el movimiento obrero, por los cuerpos de delegados que desafiaban a los jerarcas sindicales. Fue por los estudiantes que tomaban conciencia, por los barrios proletarios y el movimiento villero que se organizaban, por los sin tierra y los chacareros, porque un argentinazo nacional triunfante era posible, porque es cierto aquello de que solo el pueblo salvará al pueblo, para cambiar la flor de mano y comenzar la construcción de una sociedad más justa, libre y soberana, porqué no.
Pero no llegamos. Los que sobrevivimos a esos años de locura represora tenemos la obligación de mantener siempre la memoria, para las nuevas generaciones. Sabiendo que tal vez esté en camino la tercera generación, la de la 9ª ola, que arrastra de bien abajo y da vuelta todo. En eso tengo el optimismo histórico del que hablaba el poeta González Tuñón.
Yo se que llegarán, cantando las viejas canciones, con gestos y modos repetidos de otras épocas que el enemigo quiere ocultar. Por eso yo escribo pensando en la generación que de ésta venga, cuando mi yo transponga la negrura, ellos llegaran con la alborada encima. Y entonces renacerá el hombre nuevo, yo se que así será.
Mientras tanto, mientras luchamos contra el conservadurismo de Macri-Vidal, les dejo estas líneas que tomé de un muro.
¿Con qué me tengo que reconciliar?
Contame, explícame en detalle.
Habla despacio, se minucioso.
Hablame de la estafa, el robo, el asesinato.
Hablame de la deuda, la fortuna, los silencios familiares. Dame nombres de aquellos que quieren la reconciliación y contame de sus crímenes
Hablame de cómo un camión cargado hasta las pelotas de soldados cruza la ciudad en la noche y nadie ve nada.
Contame cómo acribillan una casa, cómo suena una granada que explota en el cuarto de al lado. Contame cómo vuelan esquirlas, vidrios, muebles astillados.
Contame cómo suena un cráneo al quebrarse.
¿Cómo grita una mujer arrastrada por los pelos? Contame si escupe sangre cuando patean su pecho.
Contame con qué me tengo que reconciliar.
Contame cómo duele y huele la piel picaneada.
Contame del pudor, del terror del desnudo con capucha, el frío, el asco, el orín y la mierda;
Contame de quienes tomaban turnos durante días para violar una detenida antes de pegarle un tiro. Contame en detalle, anímate cagón a contarme minuciosamente cómo se ve la cara de una madre, que da a luz un bebé que van a robarle.
Contame de los camiones cargados de muebles de detenidos que iban a venderse en casas de remate o en clasificados de Clarín.
Contame en detalle, tomate tu tiempo, quiero saberlo todo porque no puedo reconciliarme con un «nunca se sabrá».
Porque cuando hay crímenes de por medio la reconciliación se llama justicia.
Así que contame dónde están, decime quiénes, cuándo y cómo.
Contame todo por la memoria y la verdad. Contame todo, y dejá que se haga justicia.
La reconciliación con estafadores, genocidas, violadores, ladrones comunes con uniforme o traje empresario te la debo.
Budijoly