Según explica en la nota (que publicamos al pie) elevada al presidente del consejo escolar de San Miguel, Germán Núñez, y por su intermedio al resto de los consejeros escolares, Mario Salvaggio renunció a la secretaría con que sus pares lo habían designado en diciembre de 2017.
Los motivos son de índole familiar, lo que le resta el tiempo necesario para dedicarlo a las tareas que el cargo al que renuncia le demandaban.
Salvaggio ha sido en estos tres últimos años quien se puso al hombro la representación del peronismo opositor en la comunidad docente y no docente. En 2015 entró al consejo y su compañera de lista traicionó apenas asumida, quedando solo para librar batalla de gestión política. En 2017 entraron dos nuevos consejeros por Unidad Ciudadana, pero uno de ellos ya había sido comprado por el oficialismo de Cambiemos antes de asumir. Con un bloque de dos igual quedó solo en la práctica diaria de un secretario del consejo escolar, sumado a la participación militante en los temas como 84 escuelas cerradas en San Miguel, por deficiencias edilicias que involucraban falencias en el servicio de gas, en medio de la explosión que causó la muerte a una docente y un portero en Moreno; y la lucha por el Servicio Alimentario Escolar deficiente, administrado por el ejecutivo municipal.
Proveniente de Un Nuevo San Miguel, con la conducción política de Franco La Porta, Salvaggio también ejerce militancia en Barrufaldi y otros barrios, con su unidad básica abierta todo el año. También se encuentra cursando la carrera de asistente social, como parte de su crecimiento intelectual para afrontar lo político con más herramientas. Por las tardes pueden verlo en su carnicería, delantal blanco y afiladas cuchillas atendiendo clientes, desempeñando el oficio del que vive y con el cual mantiene a su familia. La comunidad educativa ya debe haber comenzado a extrañarlo.