El esfuerzo de un año de trabajo, con 23 equipos de diferentes categorías, entrenando y disputando encuentros, con el empeño puesto en el deporte inclusivo, son un ejemplo en medio de la difícil situación socioeconómica que atraviesa la población paceña.
Estas niñas y jovencitas, que crecen con el ejemplo del deporte, son también parte de lo nuevo que avanza y se fortalece. Desde nuestra redacción le queremos hacer llegar nuestro saludo, a todas ellas y a Rakel, alma mater de esta movida del deporte inclusivo, sin ella esto no existiría.