Comparto «La hora política» de Noroeste impreso de enero 2018, por Pedro Birro.
«Estás llamando a un gato con silbidos el futuro ya llegó. llegó como vos no lo esperabas Todo un palo, ya lo ves.»(Todo un palo. Los Redondos)
El futuro tan temido llegó, los que los escribas y publicistas de Cambiemos llaman «gradualismo» es simplemente más ajuste, sobre las espaldas del pueblo trabajador.
Despidos en el área de la economía privada, despidos en el Estado. Rebaja de haberes a jubilados, pensionados, ex combatientes y Asignación Universal por Hijo. Techo a las paritarias que ya dejaron de ser una libre negociación. Ataque selectivo a gremios combativos, como docentes y bancarios. Es infernal recorrer diriamente los medios y ver la cantidad de conflictos laborales por despidos, cierre de áreas estatales y de empresas privadas.
Un dólar rondando los 20$, por decisión del aparato económico de Cambiemos, que con las reservas podría controlarlo, pero que beneficia a exportadores de granos, carne y minería. Esa suba injustificada produce más inflación, fundamentalmente aumento de los alimentos.
Un tarifazo inclemente, que parece no tener fin, golpea los bolsillos populares con los servicios y el trasporte.
La suba de combustibles liberada, sin control estatal, carterizada por la empresas que aumentan a su gusto sumado los aumentos de peajes, es más aumentos en las góndolas por el transporte de mercaderías.
La amenaza, que seguro se concretará, de reducir planes sociales, arrojando a la miseria a los compatriotas más desfavorecidos. Ya comenzaron con 13.000 en San Juan.
Desabastecimiento de medicamentos que entregaba el Estado, como los del HIV, oncológicos, etc.
Salud, educación y seguridad como materias pendientes de la gestión bonaerense.
En la provincia de Buenos Aires, la gobernadora María Eugenia Vidal aumentó las tasas inmobiliarias, a precios que un humilde jubilado de la mínima, que construyó su casa con años y años de trabajo, parecería que tiene un piso en Puerto Madero.
Frente a la triada cegetista entreguista estos dos años, los conflictos se desarrollan en forma aislada. El sainete entre el ministro de Trabajo Jorge Triaca y su empleada Sandra Heredia, puso en jaque a la administración de Cambiemos como no lo hizo en dos años la CGT, aún en medio de ajustes y despidos.
EL CALVARIO RECIÉN EMPIEZA
Este camino de penurias para el pueblo trabajador ya traspasa a los más humildes, cualquier miembro de la clase media, aunque en su área de trabajo le vaya relativamente bien, no puede negar que entre su familia y amigos hay muchos que la pasan mal, sobre todo entre los más jóvenes, muchos de sus hijos e hijas no tienen trabajo y siguen dependiendo de sus padres. Esto se agudiza al bajar la escala social de remuneraciones, ya que allí los adultos también sufren laboralmente la recesión.
Parece un sendero sin retorno, pero la historia muestra que la lucha del pueblo en su conjunto, buscando los modos de unidad, puede forjar un amplio frente en la práctica de los conflictos, unificándolos.
La movilización del 21 de febrero, a la que se siguen sumando sectores, más allá de sus diferencias y de la campaña de los medios macristas para ensuciar la cancha, puede ser una oportunidad invalorable de demostrar el descontento popular. Cuando la movilización oponiéndose al 2×1 en las condenas a los genocidas de lesa humanidad, el macrismo tuvo que retroceder. Es necesaria una demostración contundente, para empezar a frenar este plan del frente conservador Cambiemos, hambreador y represor. Retomar la iniciativa popular y no dar tregua, defendiendo a los afectados por despidos y cierres de empresas, por paritarias a la baja, por el achique previsional, por la falta de medicamentos, etc.
LAS ELECCIONES ESTÁN LEJOS Y EL HAMBRE NO ESPERA
Hay herramientas democráticas para enfrentar esta situación afligente. Falta un año y medio hasta las PASO de agosto 2019, quieren apretarnos la correa en el cuello ahora, para que el año próximo la aflojen un poquito, dando la sensación de alivio. Luego su aparato mediático se encargará de reavivar el fuego del odio hacia los mas humildes, culpándolos de todos los males, cuando en realidad son los más afectados, buscando dividir el voto popular.
El Partido Justicialista bonaerense, presidido por el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, junto a un grupo de intendentes ha iniciado el difícil pero no imposible camino de reunificar al peronismo, eso es bueno, tratándose del partido mayoritario de la oposición, pero también sería bueno ahora tener un plan para defender al pueblo y no solo reuniones y documentos. Llamar a movilizar y hacerlo desde los distritos el 21 de febrero, sería una buena manera de empezar a protagonizar el enfrentamiento al ajuste.
«El futuro llegó hace rato todo un palo, ya lo ves. Veámoslo un poco con tus ojos… El futuro ya llegó.»