En CABA desde las 15 hs en Congreso. Acto 18.30 hs.
Mas de 30 organizaciones sociales, estudiantiles y políticas de las juventudes del FRENTE de TODOS, organizan esta Jornada de recreación, deportiva, cultural y artística, donde los compañeros y las compañeras mostrarán las actividades que hacen en el territorio, talleres sobre diferentes temas, donde participaran estudiantes secundarios, universitarios y compañeros de los barrios. Fútbol, boxeo, voley, kick boxing, pibes haciendo free style, batucadas, murgas, etc.
#FMINuncamás
El Gobierno de Mauricio Macri contrajo durante su mandato una deuda pública de más 200 mil millones de dólares. Esto representa un endeudamiento 5 veces más exagerado que el de la ultima dictadura militar, y mayor al de los años 90, década en se precisaban dólares para sostener el 1 a 1.
Para darnos una idea, sólo el monto contraído por Mauricio Macri, equivale al conjunto de la deuda que tenía toda la región latinoamericana en la década de 1980. Es más: al día de hoy, la deuda equivale a casi la totalidad (90%) de todo lo que produce la argentina en un año, el famoso “PBI”. Esto ubica a la Argentina como el país más endeudado de todo América Latina y además como el principal deudor del Fondo Monetario.
Solo para este año, está previsto que la Argentina pague 61 mil millones de dólares. Esto equivale a $3.782.000.000.000 pesos. Una parte de la deuda contraída es con el Fondo Monetario. El resto es con agencias públicas, acreedores privados, bancos, y fondos de inversión entre los cuales se encuentran monstruos del mercado financiero internacional. Algunos de ellos son Pimco, Black Rock y Fidelity que se caracterizan por comprar bonos de deuda de países en crisis, rapiñando así sus economías. Guiados por los negocios especulativos, estos potenciales buitres suelen negarse a escuchar y aceptar cualquier propuesta de negociación. No porque les haya sido muy costoso comprar deuda argentina sino más bien todo lo contrario: porque la compraron barata por ser riesgosa y ahora buscan sacarle la mayor ganancia posible sin importar el impacto que eso tiene sobre nuestro pueblo.
El Fondo, enemigo histórico y rapiñador de recursos en nuestra región, volvió de la mano del macrismo prestando a la Argentina más de lo que sabía que podíamos pagar. Esto era evidente ya que para fines del 2017 nos ubicábamos como uno de los países con mayor fragilidad financiera a nivel mundial. No solo eso sino que 9 de cada 10 dólares ingresados por el fondo terminaron en cuentas en el exterior de los grandes grupos de la economía argentina. Esto quiere decir que el 90% de los préstamos se usó para financiar una fenomenal fuga de capitales, lo que a la vez incumple con las propias normativas del Fondo. Es por ello que el FMI también debe asumir su responsabilidad.
A pesar del panorama que nos dejó el macrismo, las argentinas y los argentinos no perdimos las esperanzas: salimos de manera masiva a votar un proyecto de país que con un giro de 180 grados nos permitiera salir de esta tormenta.
Este nuevo gobierno recibió el apoyo de diversos sectores, pero el rol de la juventud ha sido central. Una juventud que durante estos 4 años dejó sueños y anhelos para llevar un plato de comida a la casa; que tuvo que dejar de estudiar porque no alcanzaba para pagar los apuntes y el transporte. Que no consiguió trabajo porque todos los días cerraban las fábricas y las pymes, y que hoy sigue pagando las consecuencias. Que vió partir amigas y amigos al exterior para empezar una vida nueva porque acá no se podía. Una juventud que lidia de manera constante con problemas de adicciones que el Estado no sólo minimizó, sino que persiguió y estigmatizó.
Esa juventud es la que estuvo en la calle y en las aulas, en los trabajos, los clubes y centros culturales resistiendo al macrismo, y es la que hoy se niega a pagar a costa del hambre de nuestro pueblo.
Lo que siempre ha buscado el FMI, es que el ajuste -salarios de miseria, jubilaciones que no alcanzan, recorte del gasto social- no sea un estado transitorio, sino permanente de la economía argentina. No nos han metido en un pozo por error: quieren que vivamos para siempre en el pozo, porque eso les asegura mayores ganancias. La receta que históricamente propuso el FMI es, a fin de cuentas, el sostenimiento de modelos neoliberales en nuestra región. Por eso las pibas y los pibes decimos FMI Nunca Más.
Pero la firmeza del presidente es la firmeza del pueblo argentino: no vamos a pagar la deuda con más ajuste. Para salir de este derrotero en el que nos sumergieron Macri y el FMI, tenemos que empezar con las pibas y pibes, las y los que menos tienen, las y los que sufren hambre, las y los que perdieron su trabajo y las y los que producen la riqueza.
No queremos seguir hipotecando nuestro futuro en manos de un cúmulo de especuladores. Queremos una argentina próspera, donde haya trabajo y educación para que nuestras pibas y nuestros pibes puedan desarrollarse de manera plena.
La deuda es con las pibas y los pibes, los que somos el presente y el futuro.