Dos bonos de $ 2.500.- cada uno, en noviembre y en enero, obvio que solo para asalariados en blanco. Nada para jubilados y pensionados. Esos son los “30 dineros” con los que los judas del ahora binomio cegetista vendió la lucha obrera y popular, levantando el paro general de 36 horas, con movilización.
Los mandamases de la CGT, jerarcas sindicales Héctor Daer y Carlos Acuña, comunicaron el acuerdo alcanzado con el Gobierno y empresarios del sector industrial, del comercio y la construcción. En la foto ríen alborozados, no se sabe de qué.
Mientras Hugo Moyano, entrevistado en el programa Navarro 2019 por el Destape Radio, sostuvo que en la CGT:«Ya no pueden tolerar la situación que vive la gente, son casi cómplices del gobierno».
Inflación que amenaza con llegar al 50% en diciembre, paritarias con salarios a la baja, despidos en el sector público y privado, cierre de empresas. Y, ante este panorama, la CGT colaboracionista amenazó con un paro y amainó por 5.000.- $ en dos pagos.
Urge que los gremios que están en la lucha tomen en sus manos la CGT. No el edificio, que son solo ladrillos, argamasa, metal y vidrios, sino la resolución de los temas de la agenda de los trabajadores.
Ahora es cuando, hay que aislar a los que traicionan las necesidades del trabajo y del pueblo. Todos los que luchan van a acompañar a quienes asuman esa responsabilidad. Siempre en épocas de crisis, cuando la CGT traicionó, hubo quienes tomaron en sus manos la conducción de la lucha. Así hubo una CGT Azopardo y una CGT Brasil, con Saúl Ubaldini a la cabeza.
Que cada uno cumpla con la consigna de la hora, sino tarde o temprano la clase se los demandará.