Por decisión de la UFI 23 descentralizada de Los Polvorines, con fecha 2 de noviembre, se instruye a la Comisaría 3ª de José C. Paz a desalojar el barrio “Gendarmería” (“Las 300 Casitas”), restituyéndolo a la custodia del municipio de José C. Paz. (Ver foto de la resolución).
LOS HECHOS
Ante el hecho consumado de personas que ocupaban ilegalmente algunas de las viviendas sin terminación de obra (alrededor de 200 casas en total), mientras otras robaban materiales de construcción depositados en el lugar, el propio intendente municipal, Mario Ishii, se hizo presente en el sitio de los acontecimientos para hablar con los vecinos, algunos de ellos adjudicatarios de las casas sin terminar, para llevarles el mensaje de que “nadie se va a quedar de prepo con una vivienda que no sea suya, acá va a actuar la justicia”.
Estos son los hechos reales. Desconocemos si los intrusos son manejados por alguna organización, o lo suyo es producto de la necesidad. Lo que sí conocemos es que un medio web de San Martín, ligado a Ezequiel Pazos (concejal de Cambiemos) se dedica en su página y en un grupo web que armó en José C. Paz, a atacar la gestión municipal con mentiras o medias verdades, lo que ha hecho en este caso, faltando a la verdad y utilizando trolls macristas para infestar las redes con falacias.
También es necesario aclarar que en la gestión de Carlos Urquiaga se paró la obra, en cuatro años no se terminaron las casitas y, al reasumir en 2015 Ishii en el municipio, Nación (ya gestionada por Cambiemos) se comprometió a concluir y entregar las viviendas, cosa que no cumplió.
FALLAN CAMBIEMOS Y PAZOS
Ahora será la autoridad legal la que ponga las cosas en su medida. Pero subsiste la necesidad de que Cambiemos cumpla con la terminación de obra y entregue las casas ya adjudicadas. En el distrito hay miles de familias que viven en barrios de los llamados de casas sociales, lo que demuestra que el municipio siempre cumplió con lo suyo, excepto en el período de Urquiaga, ahora Cambiemos y el propio Pazos, en lugar de tirar la piedra de los trolls y esconder la mano, que se comprometan alguna vez con una necesidad popular.