De ser un humilde panadero a convertirse en un zar del juego. Esa es la historia del ex intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cataldo Cariglino. Dueño de varias agencias de lotería dentro del distrito, donde figurarían como testaferros su esposa Estela Maris Invernizzi, hijos, sobrinos y hasta la mujer de su jardinero.
En sus comienzos supo ser un humilde panadero, antes que llegara al poder y se convirtiera en un terrateniente, motivo por el cual hoy, tras gobernar durante dos décadas los destinos del Malvinas Argentinas, tenga que enfrentar varias causas con la justicia por la compra de grandes extensiones de tierra, de manera impropia a los de un funcionario público. Como si fuera poco y sin dejar nada librado al azar, también incursionó en el negocio del juego.
En la actualidad, diseminadas por varias localidades del distrito malvinense, existen una docena de agencias de Lotería y Casinos de la Provincia de Buenos Aires que pertenecerían a Jesús Cariglino. Resulta obvio que las mismas no figuren a su nombre, pero sí al de allegados del viejo barón del conurbano: su esposa, familiares, amigos, y el caso más llamativo de todos, el de la mujer de su jardinero.
Las agencias del ex jefe comunal son las que tienen como titular a la esposa de Jesús, Estela Maris Invernizzi (Av. Pres. Arturo U. Illia 3770, Los Polvorines); su sobrino Bruno Leandro Cariglino (Av. Del Sesquicentenario 4527, Pablo Nogués); su otro sobrino Diego Fernando Cariglino (Ing. Huergo 3291, Los Polvorines); Pablo Vargas (Eva Perón 3014, Villa de Mayo y otra en Sobral 3636, Pablo Nogués); los testaferros serían Javier Walter Bartucelli (Av. San Martín 903, Sourdeaux; José Hernández 3066, Tierras Altas; y la tercera en Av. El Callao Tierras Altas); Carlos Alfredo Cremonte (Av. El Callao 1536, Grand Bourg); Darío Schneider (Av. Pte Perón 1150, Villa de Mayo); María Fernanda Papalardo (Sucre 999, Villa de Mayo); y la señora del jardinero Liliana Noemí García (Comodoro Rivadavia 1707, Los Polvorines).
La primera de estas agencias fue abierta en el año 1997, dos años después de que Cariglino se consolidara como intendente y empezara a tejer sus primeros negocios. Veinte años después supo inaugurar su 12° agencia a nombre de un testaferro. La docena de locales de Jesús vinculadas al juego se reparten por todo Malvinas. Así es como el hombre que dice defender a los vecinos, hace fortuna introduciéndolos en el juego y las apuestas.