Perdido en su propio laberinto político, Joaquín de la Torre pelea el control de los más de seis mil millones de pesos anuales, que son el presupuesto del municipio de San Miguel. Presupuesto del que nunca pueden dar cuenta real. Necesita controlar la intendencia, “per se” (por él mismo) o por algún “muletto” como Jaime Méndez.
Méndez aparece flojo de papeles en las encuestas, incluso por debajo de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, que han descendido mucho por el desastroso presente económico social del gabinete de CEOS nacional y por la mala administración provincial de Vidal. De la Torre podría llegar a creer que él tendría que hacerse cargo, personalmente, de esta batalla al borde del precipicio.
Se comenta que Joaquín ha sido duro con Méndez, acusándolo de tener modales “chetos” (sic), muy “regatas” y poco popular, muy rugby y poco fútbol. Lo que le haría perder votos barriales.
EL VIEJO MÉTODO DE COMPRAR DESCARTE POLÍTICO
Pero De la Torre también arma lo suyo yendo a la “feria americana” de la política, donde compra con dineros del presupuesto municipal voluntades de ex políticos, de ex militantes, quebrados moralmente, siempre buscando vivir de la política. Pero la gestión es de Cambiemos, así que deben besar el anillo conservador y fingir que siguen siendo peronistas.
De la Torre ha lanzado una panoplia de supuestos precandidatos a la cancha: Humberto Fernández, Javier Pérez, Mario Guarnieri, Leandro Soto, y algunos más que encima de no tener votos como éstos son cuasi ignotos.
La idea sería que ante el armado de un frente electoral, como el que plantea la unidad de UC-PJ, armar y oponer un contrafrente supuestamente peronista pero “guionado” y bancado por De la Torre, para armar unas PASO sangrientas en la oposición a Cambiemos.
Claro que para eso necesita alguien que encabece el contrafrente, por eso apuesta a que el actual proceso de unidad en construcción, entre Franco La Porta, Bruno Baschetti y Juanjo Castro se quiebre, que Castro o Baschetti rompan la unidad y pasen a encabezar el armado de De la Torre.
Abril será testigo de cómo se resolverá este intríngulis. Si la unidad es de tal fortaleza que resistirá egos herniados y avaricias de fortunas rápidas, abriendo el camino a la derrota de Cambiemos, contra De la Torre o quien raye al frente.
El pueblo trabajador sanmiguelino necesita un triunfo, necesita de la madurez (aún en los más jóvenes), para ser parte de la victoria, para que haya un nuevo amanecer, una nueva dirigencia en gestión, superando estos tiempos de tanta prostitución política.
El pueblo espera que los dirigentes estén a la altura de las circunstancias.