En la Sociedad de Fomento Rafael Obligado, Claudio Pérez lanzó Peronismo Federal en San Miguel. De movida Pérez desnudó sus intenciones: “Ustedes saben que tenemos afinidad con el Ejecutivo, que tenemos muy buena relación. Joaquín es un amigo; pero ellos están en Cambiemos, un espacio en donde no nos sentimos identificados”. Para advertir: “No voy a permitir que se hable mal de Joaquín, porque sería hablar mal de nosotros mismos.”
Claudio Pérez que pasó por el riquismo, donde llegó a ser diputado provincial, aunque nadie se acuerda de sus logros en la legislatura; fue parte del Frente para la Victoria, se lo recuerda más porque alguna vez quedó involucrado en el caso del cabaret “Imagina”del que salió “sobreseído” (según aclara permanentemente); pasó con Joaquín de la Torre al Frente Renovador massista; cobró como “asesor”de la cámara de diputados provincial, logró insertar a su señora como concejal por el FPV en 2015 (ella ahora está en Cambiemos); logró mantener parte de su tropa cobrando del municipio y ahora… ¿arma el puente entre De la Torre de Cambiemos al “peronismo federal” vía Urtubey?
No debe ser casual la foto entre De la Torre y Juan Manuel Urtubey, en el marco de la presentación del grupo “Concordia”, en Entre Ríos.
MÁS DE LO MISMO
San Miguel se destaca políticamente por su dirigencia de cabotaje en un alto porcentaje. Por lo menos entre quienes detentan algún cargo o vinculación con el poder de turno.
En 1997 hubo 17 listas para intendente en el Partido Justicialista, cuando había que completar los dos años de mandato faltante del renunciante José De Luca; ganó Carlos Ramos (quien había suplido a De Luca) y, muy democráticamente, Eduardo Duhalde anuló las internas y puso a dedo a Aldo Rico como candidato del PJ. Desde ahí todo fue peor. El bolsillo y no la doctrina comenzó a campear en el peronismo vernáculo.
En los últimos años hemos visto a quienes perdían las PASO desde la oposición y luego sus huestes aportaban a De la Torre en la elección general. Allí sobresalió siempre Claudio Pérez, moviendo a su tropa según conviniera económicamente. Ahora es más de lo mismo. Cualquiera se imagina que o para dividir a la oposición o para ser una avanzada del joaquinismo, si decide abandonar el Titanic que hoy es Cambiemos, en ambos casos todo es un servicio a su patrón económico y político, en ese orden.
¿Y A NOSOTROS, CUÁNDO NOS TOCA?
“¿Y a nosotros, cuándo nos toca?”, es una obra teatral del periodista y dramaturgo Claudio Santa María, se nos ocurrió expresar esta frase desde el pueblo trabajador, que es desde donde se articula en la obra, que ve con asombro estas movidas, de “siempre los mismos” a espaldas de las necesidades (en este caso) de los sanmiguelinos. ¿Y todo pagado desde los casi 5.000 millones anuales del presupuesto municipal?.
Por lo menos Pérez cobraría un jugoso nombramiento desde el ministerio de Gobierno provincial.
Y ESTO RECIÉN EMPIEZA
Hábil para urdir tramoyas, para comprar, para infiltrar a la oposición, para cambiar de color “según la ocasión”, como canta en “El Camaleón” Chico Navarro; Joaquín de la Torre se aferra al control del municipio (recordar el cuantioso presupuesto), y juega sus cartas sin impudicia aunque estén marcadas, no le importa, ya sabe que podrá engañar a algunos incautos, hasta ahora le fue bien apelando al accionar mugroso de la política.
Seguramente veremos más de estas extrañas movidas seudo políticas, solo se trata de tener memoria y recordar a cada jugador, después de todo… «todo tiene un final, todo termina». Puede ser en 2019, depende de la memoria.