En las últimas horas, La Libertad Avanza (LLA) sembró dudas sobre el escrutinio del balotaje presidencial. A través de una presentación judicial reclamó que haya transparencia en los comicios.
La denuncia fue realizada por los apoderados de esa fuerza, Karina Milei y Santiago Viola, quienes fueron citados por la justicia para que den testimonio y «brinden precisiones y documentación» sobre la presentación que hicieron ante la jueza María Servini.
El fiscal electoral, Ramiro González, aclaró que la demanda no constituyó denuncia formal por parte de La Libertad Avanza.
Además, Karina Milei y Santiago Viola argumentaron que en las elecciones de octubre «personas en redes sociales» informaron «irregularidades» que podrían ser calificadas como fraudulentas.
También, cuestionaron el accionar de la Gendarmería y pidieron que el trabajo que realiza habitualmente esa fuerza en los comicios sea tomado por la Fuerza Aérea y la Armada.
Lejos de bajar los decibeles, Javier Milei por radio Mitre insistió en poner en duda la transparencia de la elección del domingo.
«El oficialismo está dando muestras de desesperación muy grosera y son capaces de apelar a cualquier artilugio con tal de retener el poder». Aludiendo claramente a un posible fraude electoral.
Fue la propia jueza Servini la que les aclaró que ya está permitido por la legislación vigente que los partidos custodien las urnas desde que termina la jornada de votación hasta que son recibidas por la junta electoral, tal como sucede en todas las elecciones.
Además, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, se presentó ante la justicia para que La Libertad Avanza aclare sus denuncias.
Fue muy clara la senadora por UxP, María Teresa García, al señalar que «la Justicia Electoral ya lo advirtió, y la decisión de no brindarle a la Justicia las boletas necesarias fue una decisión de LLA».
En este marco, todos los partidos que forman UxP emitieron un comunicado bajo el título: «No a la violencia – Massa Presidente» para referirse a la situación creada que busca tender un manto de sospecha sobre el proceso electoral.