Noroeste del Conurbano "EL EJÉRCITO DE DIOS" ATACÓ CON HUEVOS Y GAS PIMIENTA EN SAN MIGUEL A MUJERES QUE MANIFESTABAN POR EL "NiUnaMenos - Noroeste del Conurbano
Mientras cientos de mujeres sanmiguelinas se manifestaban en paz, en la céntrica plaza Mitre de San Miguel, contra la violencia de género, fueron agredidas con huevazos y gas pimienta por “los desconocidos de siempre”.
Hace pocos días también ocurrió lo mismo, en ocasión de una movilización en el mismo lugar, por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
No escapa a estas salvajadas, que hay una larvada interna en la grey católica, entre el sector mayoritario de la iglesia, consustanciado con la prédica del Papa Francisco, representado localmente por el obispo Nannini, y el oscurantismo conservador del Opus Dei, refugiado en Bella Vista, con el ministro de María Eugenia Vidal, Joaquín de la Torre, y su intendente sustituto Jaime Méndez.
El oficialismo de Cambiemos en la gestión municipal de San Miguel (De la Torre y Méndez), se jacta de su aparato de seguridad, policía municipal y cámaras por doquier, pero en una semana hubo dos ataques arteros de “El Ejército de Dios” en pleno centro, sin que la seguridad actuara. ¿Hubo zona liberada?
Sugestivamente, hace días se inauguró un busto al cura Brochero, en plaza de las Carretas, Muñiz, propuesto por el concejal de UC Bruno Baschetti, según informa el portal colega Noticias Gráficas, de Gabriel Tello, donde pese a haber sido votado por unanimidad en el HCD, ninguna autoridad se hizo presente, los concejales oficialistas habrían sido prohibidos de asistir por los propios De la Torre y Méndez, ambos obviamente pegaron el faltazo.
El cura Brochero representa a los curas que hoy serían de “la opción por los pobres”. Vivió entre 1840 y 1914, el 19 de noviembre de 1869 fue elegido vicario del departamento San Alberto, conocido hoy como el valle de Traslasierra, con sede en la localidad de Villa del Tránsito que a partir de 1916 llevaría su nombre. El valle de Traslasierra contaba entonces con unos 10 mil habitantes. El 24 de diciembre de 1869 partió de la ciudad de Córdoba para hacerse cargo del curato. Allí, asumió como propias las necesidades de la gente. Con sus manos construyó iglesias y capillas, levantó escuelas y abrió caminos entre las montañas, animando a los pobladores a acompañarlo. En su vejez el padre Brochero enfermó de lepra como resultado de convivir con enfermos que padecían esa enfermedad, compartiendo inclusive el mate con ellos. Por esa razón quedó sordo y ciego antes de morir, en 1914.
Claro que este curita de los pobres, no cuadra en la meritocracia del Opus Dei. Más vale que la orda que ataca a las mujeres que pelean por sus derechos se asemeja más a los cruzados que en la Edad Media marchaban a “liberar Jerusalén” conocidos como “el ejército de Dios”, asesinando a miles de familias árabes, algunos de ellos nómades en campamentos en el desierto, y nada tienen que ver con quienes toman la palabra de Jesús en la opción por los pobres, como lo hacía el cura Brochero.
La batalla cultural, por una sociedad justa e igualitaria, se da también en el ámbito de las creencias religiosas.