CRÓNICA DE UNA MUERTE (POLÍTICA) ANUNCIADA – Escribe PEDRO BIRRO
En nuestra querida Argentina, país de San Martín, Moreno, Belgrano, Monteagudo, Güemes, Castelli, Artigas, y otros que supieron hacer lo que tenían que hacer para que hoy tuviéramos una patria, vivimos un presente que nos hace pensar en un futuro incierto. La renuncia de Alberto Fernández, a su postulación para intentar ser reelecto como presidente, cierra un ciclo de inestabilidad política en el Frente de Todos y es, parafraseando el título de una novela de Gabriel García Márquez, la crónica de una muerte (política) anunciada.
Argentina es un país rico en recursos, con una población mayoritariamente pobre.
30/03/23. Encuesta Permanente de Hogares. Incidencia de la pobreza y de la indigencia. Resultados del segundo semestre de 2022
El porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 29,6%; en ellos reside el 39,2% de las personas. Dentro de este conjunto se distingue un 6,2% de hogares por debajo de la línea de indigencia (LI), que incluyen al 8,1% de las personas. Esto implica que, para el universo de los 31 aglomerados urbanos de la EPH, por debajo de la LP se encuentran 2.928.152 hogares, que incluyen a 11.465.599 personas; y, dentro de ese conjunto, 614.043 hogares se encuentran por debajo de la LI, lo que representa 2.356.435 personas indigentes.
Con el deterioro salarial de activos y pasivos, sumado a la incesante inflación, estos datos actualizados al día de hoy deben trepar considerablemente en la escala porcentual.
Si bien Cambiemos con Mauricio Macri gobernó sin pandemia, sin guerra, sin sequía, y con 45 mil millones de dólares que le prestó el Fondo Monetario Internacional; y el gobierno de Alberto Fernández es condicionado por la pandemia, la guerra, la sequía, negociando y pagando la deuda con el FMI, no es el presidente épico, no es el timonel necesario, para enfrentar la tormenta perfecta desatada sobre el pueblo trabajador.
ARGENTINA ES UN PAÍS DE MENDIGOS
SENTADO SOBRE UNA MONTAÑA DE ORO
Fernández jamás apeló a los recursos necesarios, como ser nacionalizar el litio (en estos días el diputado nacional del Frente de Todos Juan Carlos Alderete presentó un proyecto a tal fin). Ya Chile recientemente y Bolivia hace tres años, tienen su litio nacionalizado, en un triángulo con Argentina y los dos países limítrofes nombrados se halla el 85% del litio mundial. Pero eso el presidente Fernández y su gabinete no lo ve, o no quiere verlo. El litio es una parte muy importante de la montaña de oro a la que hacía referencia, sobre la que estamos sentados.
Debió comenzar hace dos años el oleoducto de Vaca Muerta y no lanzar tardíamente la licitación que fue resuelta recién a fines de julio de 2022 y ganada por Paolo Rocca y Marcelo Mindlin.
La propiedad de Vaca Muerta se reparte así: YPF tiene el 42% del área, Gas y Petróleo del Neuquén S.A. (empresa estatal de la provincia del Neuquén) el 12%, y el 46% restante se distribuye entre otras empresas que incluyen a ExxonMobil, Pan American Energy, Petronas, Pluspetrol, Shell, Tecpetrol y Wintershall, entre otras. Es decir que si no se hubiera reestatizado YPF (Carlos Menem la había privatizado) hoy no tendríamos nada.
Seguir con el sistema energético en manos privadas, con servicios pésimos para la población y millonarios subsidios con los que nunca esas empresas invierten en el sistema de electricidad y gasífero, también es parte de la falta de resolución para enfrentar los problemas.
El dragado del canal Magdalena, que posibilitaría que los buques que transportan nuestra producción (sobre todo cereales) lo hagan desde puertos argentinos y no desde el de Montevideo (Uruguay), sin control aduanero central argentino, a merced de la cerealeras internacionales que posibilitan la evasión impositiva. Recién en estos días se abrió la licitación, pero de una obra que demandará 28 meses de trabajo. Otra vez tarde, muy tarde. Y gracias a los reclamos de numerosas organizaciones y partidos y del propio gobernador bonaerense Axel Kicillof.
Sumado a esto está el control de las vías fluviales navegables, siendo el río Paraná mal llamado Hidrovía, que es el nombre de la empresa concesionaria. Carlos Menen entregó el Paraná a la empresa belga Jean de Nul, hace dos años venció el contrato, y el presidente Fernández firmó un decreto para volver a concesionar el control del Paraná. Hay muchas organizaciones y partidos del Frente de Todos luchando para nacionalizar el control de las vías fluviales navegables, se han escrito libros sobre el tema. No es solamente cobrar el peaje aduanero, sino del control real de lo que se exporta, que hoy manejan la Jean De Nul y los monopolios cerealeros como Morgan, CARGILL (de EE.UU. ambas), la china COMFCO y pocas más. ¿Cuánto se declara de lo real? ¿Cómo controlamos el tráfico de drogas, y el contrabando en general? Se trata de soberanía. Se fue dilatando el plazo de llamado a licitación, que vence este mes de abril. El futuro ahí es incierto.
Lo de Vicentín es otro tema mal resuelto. Se habló de intervenir, expropiar, nacionalizar, por la cuantiosa deuda con el Banco Central, que asciende a 300 millones de dólares. El presidente se dejó influenciar por la oposición y reculó en el intento. Hoy esa empresa se fundió. Y ya nunca vamos a recuperar los préstamos.
Hay más temas, como la tierra improductiva para campesinos que trabajen o quieran trabajarla. De un ambicioso plan de un millón de viviendas, que daría trabajo a miles y miles de argentinos, y avanzarían en resolver el problema habitacional. ¿De dónde hubiera salido el dinero?, de todos esos emprendimientos que hemos nombrado y no se han resuelto en tiempo y forma algunos y “no sabe, no contesta” en otros.
La guinda del postre es el retardado y destructivo para la economía nacional acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
EL FUTURO
El futuro es incierto, la derecha boicotea la gestión gubernamental y acecha, intentando volver al gobierno, con planes terroríficos que ya no ocultan, que atacarán al pueblo trabajador, en una espiral que solo cierra con represión, así como ellos mismos lo declaran.
Hay que reconstruir el Frente de Todos, para que sea realmente de todos. Dar lugar y protagonismo a las diferentes corrientes internas que lo componen. Habilitar Pasos y establecer un programa con puntos claros, que deben comenzar por desconocer el acuerdo con el FMI e investigar la deuda ilegítima.
Crear esperanza en el pueblo trabajador, para reemprender la marcha hacia una Argentina para todos.