Según informa el diario Página doce:
“En la causa judicial, instruida por la fiscalía, declaró el dueño de la empresa Viagraphic, Julio César Franchino, un hombre de trayectoria en el radicalismo. El empresario sostuvo que ni se enteró que los afiches se imprimieron en su empresa, dado que todo lo manejó una especie de capataz, Francisco Serrano. En el momento de declarar, acompañó un par de mails entre Serrano y otra empleada, en los que queda claro que quien trajo el pedido por los carteles violentos fue Serrano. Es más, el jerárquico insiste en que le deben pagar una comisión. Sin embargo, Franchino afirmó que no sabe quién está detrás de los carteles, es decir que desconoce quien hizo las películas para imprimir, quien pagó la confección y después los 90.000 pesos que costó pegarlos en el centro porteño.”
Julio César Francino, abogado, es un antiguo vecino de San Miguel, con una larga militancia en el radicalismo local. Se trata de un histórico referente del radicalismo de San Miguel, ex concejal y ex candidato a intendente, que en 2010 trabajó para el ex vicepresidente Julio Cobos. Luego fue operador de una lista local dentro de la interna de Cambiemos, que llevaba como precandidato a intendente a Rogelio Frigerio, y a presidente a Ernesto Sánz, es decir que Franchino es un radical adscripto a Cambiemos desde su origen.
Prosperó como imprentero siendo presidente de Viagraphic S.A. (planta gráfica de offset y digital) ubicada en Lanús, provincia de Buenos Aires. También se lo vincularía comercialmente a ViaCart, como colocador de carteles en vía pública. Todos estos negocios lícitos y públicos.
Su situación política como referente radical, en un distrito gobernado por Cambiemos, hoy Juntos por el Cambio, llevaría a establecer una muy posible relación cercana con el jefe político distrital, el actual senador provincial Joaquín de la Torre.
Eso llevaría a un rápido “lavado de manos”, cortando en el empleado jerárquico de la imprenta de Franchino, y en una empresa de pegatina de afiches de Morón las responsabilidades. Pero aún no aparece el responsable ideológico. Hasta ahora lo más firme en cuanto a pertenencia política son el radical Dr. Franchino, y su vecino de San Miguel, el cambiemita senador De la Torre; pero que, salvo suspicacias, no se les podría probar participación alguna directa en el hecho.
Hasta ahora es en Morón donde escarba la investigación judicial. Veremos que sale a la luz. Lo primero es que nadie del Frente de Todos está implicado, lo decimos porque fue especulación de la prensa opositora que este afiche era parte de la interna oficialista. Lo real es que todo conduce a Cambiemos y, como en un naufragio, vemos como se “tira lastre”, es decir, empleados y pegatineros de oficio, pero siguen en la nebulosa los verdaderos artífices de esta canallada.
LOS DATOS
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Los carteles se imprimieron en Viagraphic de Lanús. Se retiraron el sábado 26 de marzo.
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El pedido fue hecho por Francisco Serrano, una especie de capataz de la imprenta, también dedicado a buscar clientes y trabajos.
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Serrano trabajó para LatCom, empresa del publicista macrista Bueno. Durante el gobierno de Mauricio Macri, con la firma de Marcos Peña, se le asignaron a Bueno una cantidad inusitada de campañas de carteles en la via publica.
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Será clave la declaración de Serrano, pero más que eso pesarán las pruebas: ¿cómo se entregó el original del afiche a la imprenta? ¿cuáles fueron las comunicaciones, por celular y por mensajes, en los que se pactó el trabajo? ¿Quién pagó?