Debería llamar la atención a los directivos de la ANSES regional, que en San Miguel ya van más de diez empleadas/os que piden y obtienen su traslado a otra delegación en los últimos treinta días. La razón real es por el choque de criterios con la nueva empleada designada, que tiene firma y coordinación de tareas, hasta que se designe al delegado/a.
Esta nueva empleada designada, que asumió esa responsabilidad en diciembre pasado, desplazando sin motivo al empleado que llevó adelante ese cometido durante todo el año 2020, sin ranquear ella para tal cargo, y solo por la colonización de la ANSES que ha hecho La Cámpora y, obviamente, NO por méritos propios, discute permanentemente con los empleados, se enfurece y apostrofa al grito de “Yo soy la jefa”. Parece que es la jefa nombrada, pero no se atreven a hacerlo público, tal la irregularidad de su arbitraria designación.
Si así están las cosas en medio de un servicio restringido en presencialidad, no sabemos qué pasará cuando esté todo el personal presente. Mientras tanto se infringe otra norma de funcionamiento de la delegación, cuando animosos jóvenes, con tiempo disponible (que vaya a saberse de donde cobrarían como ñoquis) con chalecos de ANSES atienden en la vereda a quienes vienen a buscar solución a algún problema. Esto está absolutamente vedado a personal que no sean empleados, pero parece que la Jefa lo permite, y al que se queja le grita, hasta lograr que pida el traslado.
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